Los hidrolizados de mucosa resultan de la hidrólisis enzimática de la mucosa intestinal porcina obtenida en matadero para la obtención de heparina de uso farmacéutico. El producto obtenido es de naturaleza líquida muy rico en péptidos pequeños y aminoácidos libres. Este producto pasa a través de una unidad de ultrafiltración que garantiza que todas las moléculas tengan un peso molecular inferior a 10.000 Dalton, requisito exigido para ser calificado como fuente de proteína hidrolizada en la legislación europea. Después el producto se condensa al vacío elevando la temperatura y seguidamente se procede a su secado (por ejemplo, atomizado y secado en Spray). En la Unión Europa se exige que el hidrolizado se realice sobre la mucosa limpia, previa eliminación de los contenidos digestivos, por lo que la composición de los productos en Europa es diferente a los de otros países tales como EE.UU y China.
Los hidrolizados de mucosa que se comercializan en España tienen características variables en función del proceso utilizado para la extracción de la heparina (por ejemplo, captura de la heparina mediante resinas vs. precipitación directa), los conservantes (por ejemplo, adición de sal) y aditivos incorporados en la hidrólisis enzimática, así como la forma de presentación del producto comercial (mucosa pura (62-70% PB) vs. mucosa sobre base vegetal (50% PB) para facilitar el manejo del producto). En cualquier caso, el producto final se caracteriza por su alto contenido en proteína (50-70%) de alta digestibilidad y buen equilibrio en aminoácidos, así como por su alta palatabilidad. El contenido en grasa varía entre el 1 y el 10% dependiendo de la materia prima original (paquete intestinal completo o mucosa) y del proceso utilizado para su extracción. Estos péptidos de cadena corta favorecen la absorción de aminoácidos y la producción de hormonas pancreáticas.
Dos problemas asociados a este tipo de ingredientes son: i) el alto contenido en minerales, especialmente Cl, Na, K y S, y ii) la determinación de su composición química proximal en base a análisis laboratoriales tradicionales. El contenido mineral depende fundamentalmente del método de obtención de la heparina (resina vs. precipitado) y de los conservantes incorporados en la hidrólisis enzimática. Por otro lado, la suma de componentes químicos del producto final que se obtiene mediante precipitación, es inferior al 85%. Las razones de este bajo contenido no son aparentes pero podrían deberse en parte a: i) el factor utilizado para transformar N en proteína bruta, que por tratarse de proteína animal podría ser superior a 6,25; ii) la dificultad de extraer el agua presente en el producto comercial con los métodos analíticos tradicionales (posible error de hasta un 5%), iii) problemas relacionados con la mineralización de las cenizas a las temperaturas de horno utilizadas que podría no ser total (en torno a un 1-2% inferior) y 4) la presencia de mucopolisacáridos y glicoproteínas cuya composición es diferente a la de los carbohidratos vegetales y que, por tanto, no se cuantifican con los métodos oficiales de análisis de esta fracción (en torno al 2-3% extra). Por último, la base vegetal utilizada puede contener azúcares lo que aumentaría el contenido en carbohidratos no estructurales.
Los hidrolizados de mucosa de porcino son productos de interés en la alimentación de lechones debido a su alta palatabilidad y digestibilidad de los aminoácidos. Su utilización podría ser recomendable en animales jóvenes en condiciones críticas, tal como ocurre en el destete o en pollitos de iniciación. Los niveles lógicos de uso varían entre el 1-3% y el 6%, en función del nivel de electrolitos que contenga.