El subproducto resultante de la manipulación de la alcachofa en la industria conservera está formado por un conjunto de brácteas y trozos de tallos que se descartan para el consumo humano. El contenido en materia seca de este subproducto es de un 20%. Como subproducto puede utilizarse en fresco, así como ensilado. En este último caso se obtiene un alimento estable con un pH medio de 4,2.
El contenido en proteína del residuo de alcachofa es de un 12% sobre materia seca. El extracto etéreo es de un 3%, mientras que el contenido sobre materia seca en FND y FAD es de un 50 y 36 %, respectivamente. El contenido en lignina de un 12% y el de cenizas de un 11%.
La ingestión de este subproducto no conlleva problemas, registrándose ingestiones en ovino del orden de 70 g de materia seca por kg de peso vivo metabólico. La digestibilidad de la materia orgánica de este subproducto es de un 75%. La fracción de nitrógeno soluble de la alcachofa es muy baja, siendo elevada la degradabilidad efectiva de la proteína (84%), e igualmente elevado el ritmo de degradación de la misma (23 %/h).