El bagazo de uva es un subproducto resultante de la extracción del mosto en la obtención del vino. Es un producto complejo formado por los tallos, piel, pulpa, semillas y racimos que quedan después del prensado de la uva, y cuyo contenido en materia seca es de un 31%. Teniendo en cuenta que actualmente se cultivan 931.000 ha de viñedo para vinificación y se obtienen 45 millones de hectolitros, la cantidad de bagazo anualmente producida es muy elevada. Es un producto con un elevado contenido en carbohidratos fibrosos, lignina y polifenoles.
La composición química del bagazo de uva es de un 13-14 % de proteína bruta, un 3,5 % de extracto etéreo y un contenido en cenizas del 7%. El contenido en fibra neutro detergente es del 49% y de un 47% en fibra ácido detergente, por lo que los componentes fibrosos principales deben ser celulosa y lignina.
El valor energético es bajo debido al alto contenido en fibra y su nivel de lignificación. El valor proteico también es bajo debido a su nivel limitado y a la baja degradabilidad y digestibilidad intestinal.